martes, 1 de marzo de 2016

ROMERIA DE LA VIRGEN DEL CISNE

                         Romería de la Virgen del Cisne

Conforme a la investigación histórica del Canónigo Francisco Riofrío descrita en su libro LA ADVOCACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DEL CISNE, desde tiempo inmemorable se celebran las romerías a nuestra ciudad por iniciativa del Cabildo “titulo de Patrono y Protector del Cisne”; el más religioso indica que esta tradición la encontramos mencionada en la acta más antigua que se registra en el archivo Municipal de fecha 21 de septiembre de 1779, y que “ya entonces estaba establecida y en práctica corriente, una cierta ritualidad observada por las autoridades y vecinos, la misma que habíase seguido como norma y regla cuantas veces se ordenaban dichas romerías” al Cabildo incumbía el deber de trasladarse en Corporación al encuentro de la Imagen…

Cabe señalar que las romerías adquieren fechas fijas a partir del año de 1830 en el que se da cumplimiento a los dispuesto por el Libertador Simón Bolívar mediante decreto suscrito en la ciudad de Guayaquil con fecha 28 de Julio de 1829, cuyo texto fue expedido como respuesta favorable a la petición del Cabildo Lojano realizada mediante sesión del 8 de mayo de este último año en la que, entre otras propuestas, se expresa: “Pídase la traslación de la romería del Cisne a esta Capital, exenta de todo derecho”.

Afirma  el Canónigo Riofrío que el Libertador Bolívar no tardó en conceder la gracia que se pedía, expidiendo al efecto un decreto que dice: “Simón Bolívar, Libertador, Presidente de Colombia, etc.,  etc. Vista la petición de varios vecinos de Loja con el informe de la Junta Provincial del Distrito, y deseando arbitrar del mejor modo la suerte  de los pueblos que a consecuencia de la pasada guerra han tocado a su ruina, decretó: Art. Único: Se concede privilegio de feria y exención de derechos a todos los efectos que se expendan en ella, desde el 1 de agosto hasta el 12 de septiembre de cada año, durante la festividad de Nuestra Señora del Cisne, que antes se celebraba en la parroquia de ese nombre, y que de acuerdo con la Autoridad Eclesiástica de aquella Diócesis, se trasladará anualmente a la ciudad de Loja. El Secretario del Despacho General, queda encargado de la ejecución de este Derecho. Dado en Guayaquil el 28 de Julio de 1829.- Por su Excelencia el Secretario General.-José D. Espinal”.

Las festividades que se inician con la llegada a nuestra ciudad de la imagen de la Virgen del Cisne representan un acontecimiento enraizado en las tradiciones religiosas y culturales más significativas del pueblo de Loja, en el que nuestro Cabildo siempre ha cumplido el papel protagónico. Jamás esta entidad, con su Alcalde a la cabeza, renunciará a ejercer con responsabilidad el mandato que le ha entregado el pueblo, a sumir con firmeza esta representatividad y a cumplir con sus objetivos en busca del desarrollo integral de Loja, que implica no solamente el ámbito económico sino también el rescate y protección  de nuestros valores religiosos y culturales que contribuyen significativamente a configurar la base de la lojanidad, sentimiento con el que todos nos identificamos.


                         Bienvenida Virgen del Cisne

“Que bella eres Reina del Cisne, que bella eres. Tus ojos son como dos  palomas que en raudo vuelo…” Tallada por el escultor español  Don Diego de Robles, talló en un tronco de cedro fino, la figura de una mujer trigueña, teniendo como referencia la imagen de la Virgen de Guadalupe, a petición de los pobladores cisneños, la cual es venerada  bajo la advocación  de nuestra Señora del Cisne.

El nombre del Cisne surgió el 12 de Octubre de 1594, durante una terrible sequía que asoló a los indígenas de Llambuca – Ambocas como se conocía a El Cisne.

Es allí cuando a una bellísima pastorcilla se le apareció una niña y le pidió le construyeran una ermita. En 1595, a petición de los indígenas,  el artista Diego de Robles talló una escultura, en cedro rojo oscuro que mide 66 centímetros.

                          Basílica del Cisne

Desde el inicio de la devoción a la Virgen del Cisne, se han edificado cuatro templos, el primero, una humilde choza con techo de paja; el segundo, una ligera ampliación del primero que se acondicionó con techo de teja; el tercero inició su construcción  en el año de 1750, en él se mostraron algunas imágenes religiosas elaboradas por integrantes de la famosa Escuela Quiteña, y, el actual templo, se construye a partir del 15 de agosto de 1934 concluyendo su edificación el 17 de noviembre de 1978, erigiéndose como Santuario de gran importancia en Latinoamérica. Su Santidad Juan Pablo II, lo elevó a la categoría de Basílica en el año de 1980.

                                Casa del Peregrino

Es un espacio físico que acoge al peregrino, ofreciendo salones para reuniones y hospedaje a bajo costo para quienes buscan descanso y tranquilidad en este rincón de espiritualidad.

                                         Museo

El Museo de Nuestra Señora del Cisne, guarda la infinidad de obsequios que los peregrinos han hecho a la Sagrada Imagen.  Se exhiben además objetos valiosos de arte religioso, tal es el caso del retablo del altar mayor de la tercera iglesia construida en El Cisne.

                      EL NUEVO OBISPO DE QUITO
El excelentísimo fray Luis López de Solís fue designado cuarto obispo de Quito y su consagración tuvo lugar el 18 de febrero de 1594. A fines de ese mismo año emprendió la visita pastoral de su inmenso obispado que entonces comprendía lo que es actualmente la República del Ecuador y parte de Colombia y Perú.


                             La visita a Loja
Al visitar nuestra dilatada región y encontrarse en el corregimiento de Ambocas con una capillita construida por los indígenas en la cima de un escarpado pico de la cordillera andina y dentro de ella una imagen tan hermosa de la Virgen María, el obispo de Quito resolvió darle el nombre de NUESTRA SEÑORA DEL CISNE  en virtud de la similitud con el paraje europeo en donde se asentaba el Orden de ese nombre.

Se cree que monseñor Luis López de Solís era un caballero de la Orden  de Nuestra Señora del Cisne y un amantísimo devoto de esta advocación, ya que inclusive en los meses que permaneció en la ciudad de Loja creó también la cofradía de Nuestra Señora del Cisne que luego la oficializó ante las autoridades eclesiásticas del Ecuador y de Roma, dándole así un sello definitivo y legal a esta advocación, la primera y única que con tal nombre se estableció en el Nuevo Continente.

La imagen  allí venerada-tallada en Quito  por el artista español Diego de Robles- la habían mandado a trabajar los indios de esa comunidad a raíz del milagro que les hizo la Virgen María enviándoles la lluvia cuando ya estaban dispuestos a abandonar la región después de una prolongada sequía. Esto ocurrió entre los años 1594 y 1596. El poblado que se formó luego en ese lugar, tomó el nombre de El Cisne en honor a la Virgen denominada  Nuestra Señora del Cisne.

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